
Esos dos minutos en los que duro el movimiento telúrico mas de 75.000 viviendas quedaron destruidas, mas de 150.000 damnificados, 568 muertos y cuantiosas perdidas de dinero luego que la economía de las ciudades del sur colapsaran.
Ese miércoles para nosotros quines vivíamos en Lima no fue mas que un gran susto y algo de preocupación para con nuestros familiares porque no sabíamos donde estaban o no podíamos comunicarnos con ellos, ya que la comunicación por teléfonos fijos y celulares colapso; esa noche Lima durmió con un gran susto y con la calma que el presidente Alan García nos quiso dar luego del mensaje a la nación que brindo. Nosotros tan alejados del desastre no podíamos imaginar lo que en Pisco se estaba viviendo, como un damnificado lo dijo a voz en cuello cuando ayudaba a los heridos en una casa destruida: “nos tenemos que hacer de tripas y de corazón para ayudar a los que no pueden”.
Llegado el 16 recién la noticia llegaría que Pisco

Ahora a un año de la desgracia Pisco lucha y se esfuerza por reconstruirse, muchas fueron las instituciones, organizaciones y personas anónimamente y publico desinteresado los que colaboraron y brindaron su apoyo voluntario; ¿renace una ciudad moderna o continúa la lucha por sobrevivir?
La entidad encargada de la reconstrucción de la ciudad

El presidente del INADE lamentó que el Perú sea un "país de llorones" donde todos piden y esperan que les caiga la ayuda cuando deberían ser parte de la reconstrucción, por ejemplo dijo, que las obras en la zona campesina es porque los pobladores actúan, son entusiastas y no salen con la cara triste a buscar que todo le regalen.
Los afectados se indignan porque hasta ahora siguen viviendo en carpas y esteras y sin tener un techo seguro como lo esperan que pase algún día, ellos solo escuchan y no sienten la gran bonanza económica que el Perú esta viviendo, solo esperan que se acuerden los 26 millones de peruanos restantes de los 28 millones que somos, ya que estos no se encuentran en las alturas sino tan cercanos a nosotros.
Ahora solo nos queda aprender de lo acorrido tubo que pasarnos a nosotros quienes no contábamos con un sistema de precaución ante acontecimientos naturales, no es decir que si hubiera ocurrido en la capital se actuaría con mayor rapidez, eso hubiera evidenciado lo peor que ni siendo capital esta con un plan preventivo antes situaciones como las vividas.
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